Macarons de chocolate con sprinkles: Mega tutorial
8/14/2017Hoy estamos de manteles largos. ¡Ahora sí que no se ni por dónde empezar! Antes que nada déjenme les cuento algo que me estaba quemando por decirles………
¡¡Estamos
estrenando Vitamix!!.... ¡¡Madre mía!! …
sepan que de milagro estoy viva que por poquito se me para el corazón de la
felicidad cuando recibí la noticia. ¡Y es que en verdad se me aflojaron las
piernas!
Y para los que se están preguntando y no tengan la dicha de conocerla, aquí se las presento. La Vitamix es, ni más ni menos, que LA LICUADORA… si señores, con mayúsculas, negritas y todo lo demás… Es una señora licuadora en toda la extensión de la palabra… y entonces se preguntarán, ¿pues qué tanto hace esa licuadora? … To-do, así de simple. Es lo más maravilloso, hace de todo. Y es que de verdad, con una Vitamix nada te puede detener a la hora de cocinar. Si antes por gusto no salía de mi cocina, ahora con esta preciosidad en mis manos, ¡menooooos! ¡¡Simplemente la amo!!
En la Vitamix, logramos en un par de minutos los smoothies más perfectamente sedosos, helados deliciosos y nutritivos, salsas, vinagretas, hummus, y papillas para bebé con la consistencia adecuada, lechadas vegetales, cremas de nueces, harinas, e incluso hace cremas y sopas… No nada más las licua, ¡las calienta! ¿Se imaginan todo el tiempo y pasos que nos ahorramos? Y después de trabajar tanto por nosotros, incluso la puedes poner a que se lave sola… ¡Así de bella es! ¿Ven por qué les digo que es una maravilla?
Y para estrenarla, no podíamos hacerlo con cualquier receta. Y es por eso, que hoy les comparto un paso a paso, de mi receta para preparar los famosísimos macarons franceses. ¡Qué delicia! En cuanto supe de mi Vitamix, pensé en ellos. Y es que por varios años, pasé tragos amargos consiguiendo la textura ideal en mi harina de almendras. Hasta que después de muchos intentos sin obtener macarons perfectos, opté por comprar la harina ya lista. Y aunque esta opción suena más sencilla, la harina resulta más costosa, y sobre todo, no es tan fácil de conseguir. O por lo menos aquí en México, aún no es tan accesible.
Y para estrenarla, no podíamos hacerlo con cualquier receta. Y es por eso, que hoy les comparto un paso a paso, de mi receta para preparar los famosísimos macarons franceses. ¡Qué delicia! En cuanto supe de mi Vitamix, pensé en ellos. Y es que por varios años, pasé tragos amargos consiguiendo la textura ideal en mi harina de almendras. Hasta que después de muchos intentos sin obtener macarons perfectos, opté por comprar la harina ya lista. Y aunque esta opción suena más sencilla, la harina resulta más costosa, y sobre todo, no es tan fácil de conseguir. O por lo menos aquí en México, aún no es tan accesible.
Pero ahora con mi
nueva mejor amiga, nunca más me quedaré sin harina de almendras. Con tan sólo
procesar unos cuantos segundos, las almendras fileteadas se convierten en harina perfecta, para crear macarons perfectos.
En esta ocasión, optamos por preparar macarons de chocolate con sprinkles de colores, porque son los favoritos de mis niños. Estamos en la recta final de las vacaciones, y con ellos en casa han abundado los postres coloridos. A ellos les encanta ayudarme en la cocina y a mí me fascina tenerlos entretenidos, así que ¡todos felices! Lo difícil fue lograr que no desaparecieran los macarons en el proceso…
En esta ocasión, optamos por preparar macarons de chocolate con sprinkles de colores, porque son los favoritos de mis niños. Estamos en la recta final de las vacaciones, y con ellos en casa han abundado los postres coloridos. A ellos les encanta ayudarme en la cocina y a mí me fascina tenerlos entretenidos, así que ¡todos felices! Lo difícil fue lograr que no desaparecieran los macarons en el proceso…
Empezaremos preparando nuestras charolas con papel para hornear o tapetes de silicon; a mí me ha funcionado mejor el papel. Por la parte trasera del papel, marcamos círculos de 1.5 pulgadas, que nos sirvan como guía para hacer las conchas de macarons del mismo tamaño. Podemos utilizar cualquier cosa con forma circular para hacerlo.
Preparamos una manga pastelera con una duya plana, yo uso la #12 de Wilton. Esa misma duya usaremos tanto para las conchas, como para aplicar el ganache. Integramos el azúcar glass y la harina de almendras dando unas cuantas pulsaciones en nuestra licuadora.
Agregamos las claras al bowl de la batidora. Es importante que tanto el bowl como las aspas, estén completamente limpios y no tenga rastros de grasa, para que las claras de huevo se levanten. Batimos por unos segundos, hasta que las claras se tornen espumosas, y agregamos el crémor tártaro. Seguimos batiendo a velocidad media y una vez que las claras levanten en picos suaves, comenzamos a agregar poco a poco el azúcar. Cuando la integremos, incrementamos gradualmente la velocidad hasta llegar a la más alta. Batimos hasta obtener picos firmes y una apariencia brillosa. ¡Ya tenemos merengue francés!
Ahora cernimos la mezcla de harina y cocoa sobre el bowl con el merengue, ayudándonos al final con una cuchara para deshacer los grumos. Podemos integrar la cocoa en la licuadora junto con la harina y el azúcar, pero por alguna extraña razón, siempre se me olvida y termino añadiéndola en este paso. Al final nos quedaran unos cuantos trocitos "grandes" de almendras en el cernidor, los cuales descartamos o nos los comemos. 😋
Ahora viene lo bueno... este es el paso que marcará el futuro de nuestros macarons. A este paso se le llama "macaronage", y básicamente consiste en mezclar de manera envolvente el merengue y la mezcla de harina. Debemos de hacerlo con una espátula, dando un giro completo alrededor de la mezcla y después cortándola por el centro. Y repetimos el mismo movimiento hasta conseguir el punto de cinta. Esto quiere decir que al levantar la espátula, la mezcla forma un listón al caer. A mí me toma alrededor de 40 vueltas llegar a ese punto, pero esto puede variar según el clima de dónde nos encontremos.
Metemos la manga pastelera dentro de un vaso alto y doblamos los extremos hacia abajo. De esta manera, será más fácil vaciar la mezcla sin preocuparnos por derramar y desperdiciar nuestros futuros macarons.
Sostenemos la manga sobre el centro de uno de los círculos que dibujamos y llenamos con la mezcla, aplicando un poco de presión y girando ligeramente la muñeca. Continuamos hasta llenar las charolas. Golpeamos la charola contra la mesada para sacar las burbujas de aire que pudieron haber quedado y espolvoreamos con sprinkles.
Ahora nos toca esperar a que se sequen. En esta ocasión tardaron 15 minutos, pero ha habido ocasiones en los que espero más de la hora. Nuevamente, todo depende del clima. Sabremos que están listos, cuando al tocarlos se sientan secos y no se peguen en nuestro dedo. Los metemos al horno precalentado a 160°C y hornearemos por 12-14 minutos, girando la charola a mitad del tiempo.
Lo más maravilloso del mundo, es ver como tus macarons crecen en el horno y desarrollan su característico pie sin problemas.
Pasado el tiempo, retiramos del horno y dejamos enfriar por completo en las charola. Una vez a temperatura ambiente, despegamos del papel y formamos parejas.
Es en este punto que comienzan mágicamente a desaparecer... 😜
Para el ganache, tan solo necesitamos partes iguales de crema y chocolate, calentamos la crema y la vaciamos sobre las chispas, esperamos 5 minutos y batimos con un globo hasta conseguir una mezcla uniforme y súper sedosa. Resistimos la tentación de comerlo a cucharadas y lo metemos al refrigerador para que tome consistencia más firme y nos sirva para rellenar los macarons.
Ponemos un poco de ganache en el centro de la mitad de los macarons y tapamos con la otra mitad.
¡Listo! Ya armamos nuestros lindos macarons... peeeroo..
...Ahora el reto será,
resistir el tiempo que están en reposo sin caer en la tentación de comerlos. Porque
he de decirles que ya que los terminamos, aún no están listos. ¡Noo! ¡A los macarons les gusta hacerse los
irresistibles! Y es por eso que una vez que los armamos y lucen lindos,
coquetos, seductores y deliciosos, tenemos que guardarlos en el refrigerador
por lo menos por 24 horas para que maduren y se vuelvan la dulce perfección en
su máxima expresión.
Y ahora sí: ¡Son todos suyos! ¡A saciar las ansias locas por macarons! Lo ideal es comerlos a temperatura ambiente. Su textura es tan delicada que verán como al primer bocado, el macaron se deshace en su boca.
O en la de sus hijos...
Los dejo con la receta y sus anotaciones. Nosotros nos quedamos jugando con chocolate y colores... =)
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Macarons de chocolate con sprinkles
Rinde para 15 macarons
(30 discos individuales)
Delicada galleta de chocolate tipo sándwich a base de merengue francés y
harina de almendras, rellena de ganache de chocolate semiamargo y espolvoreada
por sprinkles de colores.
INGREDIENTES:
Para la harina de almendras*
88 gr de almendras
fileteadas, sin piel
Para los macarons
88 gr de harina de
almendras*
118 gr de azúcar glass
2 claras de huevo a
temperatura ambiente
1 pizca de crémor
tártaro
55 gr de azúcar
blanca (súper fina)
10 gr de cocoa (2
cdas)
Sprinkles de colores
Sprinkles de colores
Para el ganache
1/2 tz de crema
espesa (crema para batir)
1/2 tz de chispas
de chocolate semiamargo
Equipo especial
2 charolas para hornear,
gruesas y en perfecto estado
Papel para hornear,
papel pergamino o tapetes de silicon
1 manga pastelera
1 duya plana
redonda, chica (yo usé la #12 de Wilton)
PROCEDIMIENTO:
Para la harina de almendras
1. Agregamos las
almendras al vaso de la licuadora y colocamos la tapa. Procesamos a la máxima
velocidad por 35 segundos. Retiramos la tapa, incorporamos con una espátula,
despegando la harina de las paredes y verificamos consistencia. Colocamos la
tapa nuevamente y procesamos por 10
segundos más. Vaciamos la harina a un tazón.
Para los discos de macarons
2. Preparamos las
charolas para galletas con papel para hornear. Con un lápiz, marcamos círculos de
1.5 pulgadas de diámetro, por el lado del papel que quedara hacia abajo. Esa
será nuestra guía para que los discos nos queden derechitos y del mismo tamaño.
Preparamos una manga pastelera con la duya.
3. Agregamos el azúcar
glass y la harina de almendras al vaso de la licuadora, y damos pulsaciones en
la velocidad más alta sólo hasta integrar.
4. Agregamos las
claras de huevo al bowl de la batidora, y batimos por unos segundos a velocidad
media hasta ver que se comienza a formar espuma. Agregamos el crémor tártaro y
continuamos batiendo a velocidad media hasta formar picos suaves. Bajamos la velocidad y agregamos poco a poco
el azúcar blanca, y una vez integrada, incrementamos gradualmente a la máxima
velocidad y batimos hasta formar picos firmes y que el merengue se vea
brilloso.
5. Tamizamos la
mezcla de harina y la cocoa sobre el merengue, ayudándonos al final con una
cuchara para lograr desbaratar las bolitas que se forman de harina y que pase
la mayor cantidad posible de mezcla. Descartamos lo que haya quedado al final
en el colador.
6. Con ayuda de una
espátula, comenzamos a integrar nuestra mezcla de manera envolvente: con un
movimiento circular, pasamos la espátula por alrededor de la mezcla y al “cerrar
el círculo” cortamos la mezcla por el centro. Veremos que la mezcla cada vez se
integra más y el volumen comienza a disminuir. Debemos de hacer este
movimiento, hasta que la mezcla deje de verse tan granulosa y forme un listón
al levantar la espátula. Es MUY importante llegar a la consistencia correcta,
no debemos de batir de menos, pero tampoco sobrebatir. A mí me toma aproximadamente
40 vueltas con la espátula (dependiendo del clima) para llegar a la
consistencia ideal.
7. Vaciamos la
mezcla en la duya pastelera, y comenzaremos a aplicarla sobre los círculos de
nuestra charola previamente preparada. Colocamos la manga perpendicular sobre
uno de los círculos, y comenzamos a presionar con ligeros movimientos circulares
de la muñeca, hasta formar el disco. Continuamos llenando cada uno de los círculos
hasta terminar la charola. Una vez lista, levantamos la charola y le damos 3 golpes
secos sobre la mesada para sacar las burbujas de aire que pudieron haber
quedado en los discos. Repetimos con la segunda charola. Espolvoreamos con sprinkles de colores.
8. Dejamos reposar los
discos hasta que al tocarlos éstos estén secos y no se peguen en nuestro dedo.
El tiempo de reposo variara según tu ciudad, clima y temporada. A mí me ha tomado
de 10 minutos a 1:30 horas.
9. Una vez secos,
precalentamos el horno a 160°C. Hornearemos, una charola a la vez, por 12-14
minutos. En los primeros minutos notaremos que los macarons comienzan a
inflarse y desarrollar el “pie” alrededor de su base. A mitad del tiempo,
giraremos la charola 180° para que se horneen parejos.
10. Una vez fuera
del horno, ponemos a enfriar la charola sobre una rejilla. No debemos de
retirar los macarons hasta que se enfríen completamente. Con cuidado,
despegamos los macarons del papel de hornear y formamos parejas del mismo
tamaño.
Para el ganache
11. Mientras enfrían
los macarons, preparamos el ganache. Colocamos el chocolate en un tazón
mediano. En una olla pequeña, calentamos la crema espesa justo hasta que
comience a hervir. Inmediatamente retiramos del fuego y vaciamos sobre el
chocolate procurando cubrirlo. Dejamos reposar por 5 minutos y pasado el
tiempo, mezclamos con un batidor de globo hasta integrar perfectamente y lograr
un acabado sedoso y brilloso. Tapamos con plástico de cocina e introducimos en el
refrigerador por 20 minutos o hasta que tome consistencia cremosa.
Para armar los macarons
12. Vaciamos el
ganache en una manga pastelera preparada con la misma duya que usamos para
hacer los macarons. Tomamos un disco, le añadimos un poco de ganache en el
centro y cerramos con otro disco encima. Repetimos hasta formar todos los
macarons.
13. Dejamos reposar
los macarons armados, guardándolos en un recipiente cerrado en el refrigerador por
24 horas.
14. Retiramos del
refrigerador y servimos a temperatura ambiente.
Notas:
- Recuerda que la masa de los macarons es muy sensible e influyen muchos factores sobre ella, no te desesperes si no te salen al primer intento.
- Yo utilicé dos charolas grandes, y dibuje 15 círculos en cada una con suficiente espacio entre ellos (5 filas de 3 círculos).
- Es importante que las charolas no estén dañadas, chuecas o golpeadas y que sean gruesas.
- Podemos añadir la cocoa a la licuadora a la hora de integrar la harina de almendras con el azúcar. (yo siempre lo olvido 🙈)
- Si deseamos un color café más profundo, podemos añadir unas gotas de colorante café.
- Podemos hornear los discos de macarons y congelarlos (sin rellenar) en un recipiente tapado hasta por 3 meses.
- Podemos hacer el ganache con anticipación.
- Si los comes recién hechos, tendrán una textura chiclosa. No te dejes engañar, aún no están listos. El tiempo de maduración es fundamental para que tomen la consistencia perfecta.
- Lo ideal, es comerlos a temperatura ambiente.
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¡Anímense a
prepararlos! ¡Cuando menos piensen tendrán sus propios macarons completamente hechos en casa!
No duden en preguntarme cualquier duda en la sección de comentarios. ¡Me encantaría ayudarlos! =)
¡Los quiero! ¡Besos!
Itzel💜
1 comentarios
En la Vitamix, logramos en un par de minutos los smoothies más perfectamente sedosos, helados deliciosos y nutritivos, guiaesceptica.org/biografia-de-sanha-astro/
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